Provincias como Cádiz tampoco se libran de los peligros en la red.
En Junio de 2009 se conoció un grave caso de grooming múltiple realizado sobre muchachas de diversos países por un joven residente en Chipiona (Cádiz, España).
El arrestado (¡que lo era por segunda vez!) conocía a sus víctimas en chats y redes sociales, donde solía hacerse pasar por una niña o un adolescente para contactar con al menos 250 chicas menores de edad, a las que llegó a amenazar y coaccionar para que le enviasen fotos o vídeos de contenido sexual. Si ellas se negaban, el delincuente amenazaba con tomar el control de su ordenador y de hecho lo hizo en varias ocasiones.
El joven para ganarse la confianza de sus víctimas llegó a utilizar hasta doce personalidades diferentes, de ambos sexos y un variado rango de edad. Tras lograr una cierta confianza les solicitaba fotografías o vídeos de las chicas (sesiones de cámara web). Si no accedían, comenzaban las amenazaba e insultos, y mediante varias técnicas decracking trataba de tomar el control del ordenador y las cuentas de correo electrónico de las niñas.
Cuando lograba el control del correo, intentaba obtener de las menores una imagen o un vídeo no demasiado explícito para que no se negaran radicalmente, pero sí lo suficientemente comprometido para posteriormente amenazarlas con enviárselos a los contactos de ellas si no accedían a nuevos requerimientos. Así, continuaba con el chantaje y la coacción bajo la amenaza de que la víctima no recuperaría su cuenta de correo y perdería su lista de contactos.
En los casos en que se negaban, perdían el uso de su correo electrónico y el detenido lo empleaba para humillarlas ante sus conocidos, a quienes enviaba fotos o vídeos comprometidos de las muchachas. Este acoso psicológico se prolongaba durante meses.
Aunque el delincuente había sido ya detenido en octubre de 2008, algunas de las víctimas continuado recibiendo amenazas, por lo que el juez ordenó su detención y su ingreso en prisión.
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